En esta entrada hablaré sobre una noticia publicada por el ABC, que trata sobre cómo está afectando la nueva cepa del coronavirus(variante Ómicron) a las bajas en los puestos de trabajo.
El alud de ausencias al trabajo está teniendo grandes repercusiones en la productividad y por tanto en la economía
El coste de la Seguridad Social está aumentando cada vez más y en la noticia nos dice que en 2 años de pandemia el sistema tramitó 15.237.117 de bajas, de las que más de 5 millones fueron por COVID lo que supone un coste total de la Seguridad Social de 22.310 millones, lo cual actualmente, se ha encendido las alarmas de la empresas que todavía se están recuperando de la pandemia anterior. A esto se le suma a que ahora mismo, las empresas también están afrontando una espiral de costes por el aumento impositivo y el brote inflaccionista, provocado, sobre todo por el aumento del precio de la energía
Además la explosión de los contagios está suponiendo el colapso de los centros de atención primaria, donde los médicos, a pesar de sus esfuerzos de reorganización de los recursos disponibles, están desbordados por la prestación de asistencia sanitaria y el aumento de dedicación de gestión de los trámites de bajas, que en algunas regiones tomaron la decisión de conceder bajas telefónicas, además que los test de antígenos está suponiendo un problema añadido en la gestión de altas ya que deben obtenerse de manera presencial en los centros de salud.
El comercio está sufriendo, sobre todos los autónomos o empresas más pequeñas y negocios familiares ya que si se contagian, como muchos no cuentan con empleados, tienen que cerrar durante esos días.
La hostelería y la restauración también se están perjudicando en la manera en que en este trabajo es imposible el teletrabajo ya que son un sector de servicios.
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