Es el nombren 2 que recibe una serie de masivas manifestaciones y disturbios originados en Santiago y propagados a todas las regiones de Chile, con mayor impacto en las grandes ciudades.
El motivo principal que causó el Estallido fue la elevación del precio del transporte público.
Tras el aumento de las tarifas, miles de estudiantes secundarios se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago. Con el paso de los días, el número de evasores aumentó registrándose incidentes dentro de las estaciones del ferrocarril subterráneo. La situación se agravó el día viernes 18 de octubre de 2019,cuando progresivamente fueron cesadas las operaciones de toda la red subterránea por el enfrentamiento de la multitud con Carabineros, lo cual llevó al entonces ministro del Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick, a interponer querellas por delitos contemplados en la Ley de Seguridad del Estado contra quienes hubieren cometido daños, saqueos e incendios.
Como consecuencia de ello, la noche del viernes 18 de octubre comenzaron a aparecer varios focos de protestas, saqueos y disturbios violentos a lo largo del país, por lo cual, en la madrugada del día sábado 19 de octubre, el presidente Sebastián Piñera decretó estado de emergencia en las comunas del Gran Santiago y toque de queda a partir de la noche del sábado 19. La situación se extendió pocas horas después a otras cinco regiones del país y ya para el día 23, el estado de emergencia había sido declarado en quince de las dieciséis capitales regionales.
Tanto por el nivel de daño a la infraestructura pública, el número de manifestantes, cuanto por las medidas adoptadas por el gobierno, las protestas fueron catalogadas como el «peor malestar civil» ocurrido en Chile desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
Las pérdidas económicas de estas protestas se estimaron en 3300 millones de dólares, considerando daños a la propiedad pública y privada, incluido el Metro de Santiago mientras 100 000 a 300 000 puestos de trabajo se habrían perdido. El peso chileno sufrió una fuerte devaluación, pasando de CL$ 710 previo a la crisis a un máximo histórico de CL$ 838,33 por dólar a mediados de noviembre de 2019.También se estimó que las protestas restarían un punto porcentual de crecimiento económico para el país entre 2019 y 2020.
En respuesta a las manifestaciones, el gobierno de Sebastián Piñera anunció una serie de medidas, denominada «Nueva Agenda Social», que incluye medidas relacionadas con las pensiones, la salud, los salarios y la administración pública. De igual forma, ha promovido una agenda de seguridad que incluye proyectos antivandalismo y de reconstrucción. El 15 de noviembre, un acuerdo transversal entre Gobierno y Congreso, y firmado por la mayoría de los partidos políticos con representación parlamentaria, acordó la convocatoria a un plebiscito nacional en abril de 2020, posteriormente reprogramado para octubre, para definir si se redactaría una nueva Constitución Política y qué mecanismo sería utilizado.
La pandemia de COVID-19 provocó una fuerte reducción en la escala de las protestas, con medidas sanitarias de distanciamiento social y cuarentenas impuestas por el gobierno. No obstante desde julio de 2021 miembros de la denominada Primera línea (alrededor de 100 a 500 personas) se agrupan cada viernes en las inmediaciones de la Plaza Baquedano. Esto se enmarca en protestas por la liberación de los llamados «presos de la revuelta». Esta continuación lo ha definido el gobierno de Piñera como «actos criminales que no responden a manifestaciones o a una demanda social».
Estas son algunas opiniones del pueblo chileno:
Muy interesante y se entiende genial, gracias por compartirlo
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